Las minas que están en las laderas de un erosionado volcán que da nombre a la pedanía, donde se pueden encontrar gran variedad de minerales, destacar la fluorapatita, la pseudobrokita y otros minerales muy raros.
Esto hace que llame la atención de los coleccionistas, lo que conlleva a la perdida de paredes y muros del interior de las galerías, ya sea por picar para extraer los minerales, o porque haya desprendimientos, gran parte ocasionados por picar dentro.
Esto podía pasar por alto, si no fuera porque dentro de estas galerías se encuentra unas colonias de quirópteros Myotis blythii y Rhinolophus ferrum-equinum, por los cuales se proclamó este lugar de interés comunitario (LIC).
Murciélago Ratonero Grande (Myotis myotis). Foto de http://www.regmurcia.com. |
Recibe el LIC el nombre de: LIC ES6200032 Minas de La Celia.
Los quirópteros que habitan en este entramado de galerías no se basa en las dos especies citadas anteriormente, también se encuentran Miniopterus schreibersii, Myotis capaccinii, Myotis myotis, Eptesicus isabellinus, Myotis escalerai y Plecotus austriacus.
Destacar el murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii), el cual está catalogado ‘en peligro de extinción’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
También es una Área de Protección de la Fauna Silvestre (APF) (ley 7/95 de 21 de abril, de Fauna Silvestre de la Región de Murcia, anexo II). Dichas áreas, según el art.32 serán consideradas como Áreas de Sensibilidad Ecológica.
Además en el año 2017 se proclamo el ZEC de los espacios protegidos Minas de la Celia y Cueva de las Yeseras, con su plan de gestión.
Todo esto dice que este entorno es un lugar con una protección en teoría suficiente, pero aún hay gente que se sigue metiendo en las galerías, consiguiendo solo deteriorar este enclave único geológicamente hablando y molestando a las poblaciones de quirópteros que viven en su interior.
Yo me incluyo dentro de esas personas que entraban en sus galerías, sin conocimiento alguno de su protección y de la fauna que habitaba en su interior, pero gracias al paso de los años me di cuenta del daño que producía.
Espero que esa gente que sigue entrando coja un poco de conciencia y deje de entrar, aunque sabiendo como son los coleccionistas mucho no me espero, esos perros viejos saben de sobra del multazo que lleva (Si los pillan) el entrar al interior a recolectar, pero mientras nos los pillen les da igual todo.
También es destacable el deterioro de las vallas y carteles que hay o había, las vallas están con agujeros o simplemente les falta barrotes, por no decir que en la entrada principal hay una puerta que yo recuerdo abierta, o en caso de que estuviera cerrada con un agujero en su valla para poder entrar.
Esto dice mucho del interés también de la administración de cuidar este lugar, el cual parece abandonado a su suerte.
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