Siempre la primavera esta ligada a la llegada de estas aves, que regresan con el calor de la primavera, para su época de cría, donde pueden llegar a poner tres puestas.
Desde mi observación, siempre las he visto revoloteando por mi ventana, no es para menos, encima de mi ventana hay un nido, que llevan ya veinte años utilizando y remodelando.
Desde pequeño les he tenido gran cariño, mi madre siempre me recuerda que me ponía una silla y me quedaba horas observandolas, conforme fui creciendo llego un momento que me molestaban por su canto mañanero, pero siempre respetando su función sobre el medio.
Ahora con mis estudios me he concienciado aún mas y me he vuelto protector de sus nidos, por lo menos en mi bloque de pisos.
Estado del nido antes de la llegada de los aviones comunes. |
Este año 2018 se retrasaron aun mas en su vuelta, por lo menos en el nido de mi ventana. Llegando hace dos semanas, con un nido que estaba destruido por el paso del tiempo y de las inclemencias meteorológicas.
Enseguida se pusieron manos a la obra reconstruyendo el nido, contando hasta con tres ejemplares ayudando en laboriosa labor. Las lluvias de estos días ayudaron mucho, ya que necesitan de barro para construir el nido.
Primeros días reconstruyendo.
Últimos preparatorios. |
En unos ocho días ya estaba el nido completo y ya parece que están en plena labor reproductiva.
Ya solo queda disfrutar de ellas hasta que vuelvan de nuevo por el frío al continente africano.
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